Todos tenemos un lugar, y somos pequeñas piezas de un gran puzzle llamado vida donde poco a poco vamos encajando. A veces somos colocadas en un lugar incorrecto, por lo que después de un rato nos damos cuenta de que no íbamos en ese lugar y buscamos el sitio correcto.
Si recordamos, al principio cuando lo mirábamos desde fuera veíamos que todavía nos quedaba un montón, pero a medida que pasan las horas,e iba haciéndolo es cuando me doy cuenta de que ya casi lo he acabado.
Si hago memoria hay partes que me han costado mucho, y hay momentos en los que he querido abandonar, pero sin embargo, hay lugares en los que las piezas han encajado de la nada en el primer sitio que las he colocado y he sentido una satisfacción enorme, hecho que me ha empujado a seguir. Esas piezas son como personas que realmente me han apoyado, me han ayudado a continuar, y que aparecieron un día sin más en mi vida, sin embargo hay piezas que son como aquellas personas con las que nos topamos y en lugar de ayudarnos, nos hunden y nos hacen tener preocupaciones, pero que finalmente las podemos encajar y olvidarnos de ellas completamente.
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